El otro día comenté los beneficios de la
castración en las hembras y no quiero olvidar a los machos. Así que hoy serán
nuestros protagonistas.
Como curiosidad contaros que los machos nacen con
los testículos internos y con la edad descienden a su posición escrotal. Lo
normal es que desciendan al mes y medio del nacimiento pero los hay que hasta
los 8 meses no descienden. Conviene seguir su evolución, para saber si aún
están a nivel abdominal o si han descendido un poco pero se han quedado
atascados en el canal inguinal, acudid a vuestro veterinario. Al perro que al año no le han descendido se le
conoce como criptórquido, también puede ser que sea monórquido (sólo ha
descendido uno).
Los testículos son órganos externos porque deben
mantener una temperatura inferior a la corporal, para que los espermatozoides
se mantengan vivos pero inactivos. De hecho hay un musculito que los acerca en
invierno, cuando hace frío y los aleja cuando hace calor (jejejejej ¿a qué son
divertidos los sabías que…?).
Si nuestro macho es criptórquido debemos llevarlo
a revisar al veterinario que debería recomendarte que lo castres ya que son muy
propensos a desarrollar tumores.
Los machos, en condiciones normales, a los 8-10
meses están en plena pubertad. Son más rebeldes y sus hormonas empiezan a
participar en sus decisiones. Unos de los gestos que más se repiten en parques
y jardines es la monta descontrolada. Lo importante es montar, da igual si es
macho o hembra, cuanto más monta y menos se deja más dominante es y con más
orden y mando parte. Entonces surgen los primeros conflictos: un macho monta a
otro que no tolera ser montado… zisco asegurado. Empiezan siendo simples
enzarzadas y terminan siendo peleas con graves repercusiones.
Además empiezan a detectar a las hembras en celo,
con riesgo de que se vayan detrás, cruzando calles, sorteando coches… Hay que
tener cuidado. Además las hembras en celo los traen por el camino de la
amargura, los hay que no comen durante unos días, que están a la que se
escapan, o simplemente tristes-deprimidos esperando la oportunidad de procrear
(no olvidéis que su reflejo es pro supervivencia de la especie, no tanto de
pasar un buen rato como algunos piensan).
¡¡Me repito!! Si no estás 100% seguro de que lo
vas a cruzar, de que es un ejemplar magnífico para reproducción, que tiene unas
características dignas de ser recreadas y de que una vez se cruce vas a poder “colocar”
todos los cachorritos; yo te recomiendo que lo castres. No, un perro no es una
persona, no se sienten mancos ni faltos de nada. Al revés, están mucho más
tranquilos y relajados sin preocupaciones femeninas que los traen de cabeza.
Además, como norma general pero sin poder afirmarlo al 100% (otra vez, cada uno
es un individuo único con sus características propias y experiencias vividas),
si lo castramos antes del año disminuyen sus comportamientos agonísticos, dejan
de montarse entre sí, disminuyen los enfrentamientos jerárquicos, su
agresividad en general disminuye… El cambio es progresivo no vamos a notar un
cambio radical de la noche a la mañana, las hormonas tienen un periodo de
supervivencia en el organismo durante el cual siguen haciendo de las suyas. Como
digo, no siempre que castramos reducimos todos los comportamientos agresivos ya
que todo comportamiento vivido y experiencia aprendida queda retenida en la
memoria y puede reproducirse aunque haya desaparecido el foco que lo incitó la
primera vez. Si un perro ha montado alguna vez, después de castrado podrá escaparse
tras la hembra y montarla aunque no quede gestante. En caso de decidir su
castración por agresividad a una edad tardía habrá que acudir a un profesional
para re-educarlo, el profesional que se encargará debe ser un etólogo canino.
Makoa, hermano de Kenia. Tras castrarlo, fue hallado cometiendo incesto con su madre. |
La operación en machos es más sencilla que en hembras, ya que no hay que acceder a cavidad abdominal como en ellas. Se extirpan los testículos; no sé quién me preguntó (miento sí me
acuerdo), que porque no se hacía una ligadura (vasectomía). Es muy sencillo, la
razón de castrarlos es eliminar las hormonas causantes de los comportamientos
indeseados, además son las que inducen el aumento del tamaño de la próstata
(sí, los perros también tienen problemas de próstata con la edad). Esta
glándula puede sufrir hiperplasia (aumenta de tamaño sin malignidad pero presiona nervios y otras estructuras) o desarrollar tumores, ambos procesos dependientes de las hormonas. Estas se producen principalmente en los
testículos que además también son propensos a sufrir tumores hormonodependientes. Está claro, al
castrarlos estamos aumentando su esperanza de vida.
Como desventajas está el aumento de peso. No nos
gustan los perritos gordos pero mantenerlos en su peso es mucho más fácil que
hacerlo nosotros. Solo debemos racionarles la comida, les aportaremos los
nutrientes que necesitan pero sin darles un exceso de grasas y energía y
aumentaremos un poquito su ejercicio diario. Fácil, sencillo y para toda la
familia como dicen en la tele. Debemos concienciarnos todos, ya que si Pepito
lo ceba a chuches, de perro se entiende, y Marisa opina que el pobrecito tiene mucho hambre y le pone doble ración; aunque Jacinto se esfuerce en que corra un poquito
más en el parque, tendremos un perrito globo… Repito… No nos gustan los
perritos gordos…es malo para sus articulaciones, para sus huesos, para su
corazón, para todo él.
Tenemos algún lector recién operado, no sé si querrán
comentar algo pero... ¡¡¡desde aquí os animamos con pancartas, confeti y
trompetillas a que comentéis vuestra experiencia y la de vuestro peludo!!!